Por Epifanio Alcañiz
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21 oct, 2023
Son muchas las personas que sienten “la llamada”, ese estado en el que sentimos que algo falta en nuestra vida, esa búsqueda del camino de vida. Casi un 25% de la población actual es sensitivo, eso significa que ya están en su segunda etapa de evolución, que son almas viejas, todos ellos tienen acceso al menos a una herramienta que les puede ayudar a evolucionar, algunos le llaman don, yo prefiero llamarlo cualidad y siempre, siempre, el ser sensitivo significa tener una responsabilidad, la responsabilidad de intentar ayudar a tu alma a evolucionar en su camino de vida, ella eligió tu cuerpo y ahora se encuentra atrapada en él, sin poder comunicarse contigo, esperando a que disuelvas tus bloqueos y despiertes, a que entiendas esos mensajes sutiles que otras almas afines o tus guías te hacen llegar, pero… el camino no es sencillo, nadie te dirá lo que tienes que hacer, has de descubrirlo, tu, has de implicarte, has de aceptar la responsabilidad de querer avanzar. Muchas personas de las que están en esa búsqueda intentan que alguien les diga que es lo que han de hacer, hacia donde han de encaminar sus pasos, cual es la mejor herramienta, aquella que les puede ayudar, no existe esa respuesta, has de descubrirlo, nadie te lo dirá, hay personas que coleccionan cursos de cualquier índole, buscando aquel con el que vibre, aquel que le permita avanzar. Es curioso, en el budismo se busca alcanzar el Nirvana, ese estado de liberación tanto del sufrimiento como del ciclo de renacimientos, El Buda no creó el budismo, lo hicieron sus seguidores, el solo enseño una filosofía de vida a la que el aspiró, pasar todos los ciclos de encarnación en la que a él le tocó vivir, si lo analizamos eso es lo que buscan todas las almas, completar su recorrido para no tener que encarnar más veces y pasar al siguiente estado, es lo que buscamos o deberíamos buscar todos aquellos a los que nos acompaña una alma en su segunda etapa de evolución. Cocrear es trascender. Existen muchas técnicas, muchas formaciones, algunas son realmente buenas, otras nos suponen una decepción, unas nos ayudaron a afianzar nuestras creencias, otras nos sirven para corregir problemas que arrastramos o arrastran, pero pocas, muy pocas nos ayudan a evolucionar. A los 46 años sentí un despertar, un conocimiento que me absorbió, es como redescubrir algo que siempre me acompañó, algo que dormía dentro y despertó con fuerza, hablo de la radiestesia, me volqué en esta percepción, la estudie, la reescribí, hice bastantes aportes y cuando creí tener muchas de las respuestas, empezaron a surgir las nuevas preguntas, mis guías hicieron su aparición, pasé muchas noches en vela, haciendo preguntas, así supe que esos pensamientos que a veces aprecian en mi mente, en realidad eran sus mensajes, me dijeron que era psíquico, poco a poco mi conocimiento fue creciendo gracias a las respuestas que ellos me daban y eso que no me respondían a todo lo que preguntaba y que esas respuestas muchas veces eran incompletas y tenía que esforzarme para llegar a entenderlas, un día me hablaron de las dos etapas en la evolución del alma y de los 7 grados que había que superar en cada una de las etapas, me dijeron que yo había nacido en el grado 3 de esa segunda etapa y que podía saber en qué grado estaban las demás personas, que solo tenía que preguntárselo a su esencia, que una de mis cualidades era la de tener acceso a esa y otras respuestas, me hablaron del cambio de grado y de los 43 días de negación y potenciación de tus miedos que lo preceden, eso lo hicieron después de mi primer cambio, ya en el 4º grado de la segunda etapa, me dijeron que Gaia se debilitaba y que necesitaba de nuevos vórtices energéticos para recuperarse, no entendí lo que estaba por llegar, nunca me he considerado especial, por lo tanto no entendí que esa responsabilidad cayese sobre mí, me llegó un mensaje por medio de un tercero de que debía dejar de trabajar con energía densa y tenía que empezar a trabajar con la energía fina, seguía sin entender, los mensajes se prolongaban a través de muchas noches de insomnio, para entonces ya conocía la figura del antiguía y yo mismo había pedido que esos mensajes y esas largas veladas de muchas preguntas y algunas respuestas, diesen comienzo en la hora segura, de 3:00 a 3:30 de la madrugada, cuando me dijeron que iban a abrir mis canales para tener acceso a la energía utilizada en La Creación me sentí alagado, pero cuando me dijeron que con ella podría crear nuevos vórtices y que era necesario que crease al menos 3000 en los siguientes 3 años, me volví a derrumbar, me pareció una responsabilidad demasiado grande y una tarea complicada de cumplir, aun así yo estaba dispuesto a hacerlo y comencé con ganas a crear nuevos vórtices, poco después me dijeron que yo no sería el único, que contaría con ayuda ya que me permitirían iniciar a otras personas que aceptasen esa responsabilidad para compartir el trabajo. Complicado, muy complicado, el creer en nuestra fuerza, el poder de la mente, el confiar en nosotros mismos es la eterna asignatura pendiente, una cosa era crear esos vórtices que ya había comprobado era posible y otra muy distinta lanzarme al vacío, iniciando a terceras personas, quien era yo para llevar a cabo esa importante misión, quien haya visto mi primer video anunciando ese acceso a la Cocreación energética, que es el nombre que elegí para este método, vería en mí el temor que en ese momento proyectaba, con miedos pasé esa primera prueba de iniciar a las primeras personas, hoy somos más de 100 las personas iniciadas y algo puedo asegurar, no hay ningún método más eficaz para que ayudes a tu alma a hacer su camino de vida, nada es más valioso en tu camino que ayudar al planeta y trabajar con la energía pura y Creadora de la Fuente, la mejor cambiar de grado y para ayudar a tu cuerpo energético y el de los demás, algunos de mis alumnos han tenido hasta 4 cambios de grado en estos años, otros 3, otros 2, otros 1 y algunos, pocos, aún no han cambiado de grado, cada persona arrastra su karma y las lecciones de vida que ha de superar. Cocrear es trascender, trascender es aceptar la responsabilidad de ayudar a tu alma evolucionar, yo me río cuando alguien dice que lo que Dios me dio gratis lo debo dar y me río porque no hay nada más falso que esa frase, Dios no me dio nada, salvo la oportunidad de aceptar mi responsabilidad, cuesta mucho ser sensitivo, son muchos los ataques que recibimos, muchos los miedos, muchas las pruebas a superar, nada en esta vida es gratis y ser sensitivo mucho menos, basta ya de falsas creencias, porque estas son limitantes. Si estás buscando tu camino y quieres aceptar esa gran responsabilidad, recuerda que Cocrear es trascender, no es un método apto para todos, solo para aquellos que hayan dejado atrás los 6 primeros grados de su primera etapa y que además tengan muy claro que la energía Pura y Creadora de La Fuente solo puede ser utilizada desde la Luz. Epifanio Alcañiz Psíquico Radiestesista y telerradiestesista Investigador de las energías telúricas Restaurador bioenergético Cocreador energético